domingo, 3 de abril de 2016

Cuentos de terror 







1,2,3 Aquí Estoy Otra Vez

Luisa había cumplido once años, y sus padres pensaron que era tiempo de que dejara de compartir la habitación con su hermana menor, construyeron una habitación sobre la cochera, y mudaron ahí todas sus cosas. 
La niña estaba muy contenta, tenía mucho espacio para sí, y la privacidad que comenzaba por necesitar de acuerdo a su edad.
Aun no tenía muchas cosas con las cuales llenar la habitación, así que su madre la invito a un bazar, donde se pueden encontrar todo tipo de cosas, algunas de segunda mano, con dueños anteriores, se encontró con un pequeño armario de madera, con detalles de enredaderas, ya estaba muy maltratado, pero aun así lo llevaron a casa para que papá la reparara, junto con otras cosas.
El padre de Luisa lijó y pintó el armario dejándolo como nuevo, lucia hermoso en la habitación. Ella pensaba guardar ahí su diario y cosas privadas que necesitaba estuvieran fuera de la vista de los demás.
Esa noche se escuchó desde dentro del armario un golpeteo, como si alguien tocara, abrió las pequeñas puertas, no pudo ver nada, pero el sonido continuaba. Ella estaba segura que venía de ahí, pero decidió creerle más a sus ojos.
La siguiente noche, ella dejó las puertas del armario abiertas, no se escuchó el golpeteo, así que lo hizo costumbre, pero no podía guardar cosas en él, porque cuando lo hacia estas eran arrojadas hacia fuera en su primer descuido.
Pidió a una amiga viniera a dormir a su casa para montar guardias juntas. Se divirtieron un poco al ver que el armario “escupía” lo que le ponían dentro, se desvelaron un poco hablando de sus cosas, cuando desde el pequeño mueble un hombrecillo regordete y diminuto, asomó su cara entre las repisas, era de color verde grisáceo, estaba desnudo, tenía una especie de cuernos a los costados, sus ojos apenas parecían abiertos, en su boca redonda había dientes delgados, largos y afilados, sus dedos largos y delgados se tomaban de las puertas para impulsarse hacia fuera, las niñas corrieron a la habitación del padre, este para evitar más escándalo por la noche  se llevó el mueble a la cochera, pero como esta estaba debajo del cuarto de las niñas, la criatura subió a través de las paredes, golpeteando dentro del armario de ropa dijo -1,2,3 Aquí estoy otra vez- dando un salto a la cama y devorando a las dos pequeñas.
Audiocuentos 

El gato negro
-Edgar Allan Poe- 


El corazón delator 
-Edgar Allan Poe-



Cuento de terror una broma para Lucy


Lucero Hernandez era una chica, que le encantaba hacer bromas pesadas a todos los conocidos y amigos, burlándose constantemente de las personas que eran agredidas con sus constantes chistes.
Eran ya años los que todos los amigos habían aguantado de la gran “Lucy” como le decían a la bromista, y decidieron que ya era hora de que pagara ahora ella, todas las que debía, juntas, para lo cual, se reunieron todas las victimas, para organizar un viaje a una cabaña, en la cual se llevaría a cabo la broma vengativa.
Una broma para lucy, que se convirtió en un cuento de terror, fue lo que paso, en cuanto llegaron al bosque, se empezaron a maquinar la broma para lucy, cuando llegaron al campamento, le dieron de beber una droga para que se quedara dormida, lo que lucy vio cuando despertó, fue toda una masacre, todos estaban con sangre, y cortes.
No sabia que pasaba, ¿que había sucedido? se preguntaba constantemente, de repente vio a una persona con un machete afuera de la casa, a lo que pensó que seria la siguiente en quedar en el lugar.
Llorando constantemente, y corriendo sin parar, al voltear hacia atrás vio a todos los amigos, en el pórtico de la cabaña, quedándose viendo a ella, pensaba que todo era una pesadilla, pero tenia que correr, sentía que el asesino estaba detrás de ella.
Cuando iba corriendo, un tropezón, hizo que cayera a la tierra, y lo ultimo que vio, fue la sombra del asesino a punto de matarla, lo que le provoco un ataque cardíaco, quedando muerta en el acto.
Después de esto, todos estaban atónitos, que la broma pesada, hubiera tenido nefastas consecuencias, con lo que dieron parte a las autoridades, el cuento de terror: una broma para lucy, se volvió su tumba.
Nadie fue enjuiciado por los hechos, ya que no dieron parte a las autoridades de todo lo acontecido, dejando la muerte de la mujer, sin justicia.
Se dice que desde ese día, en la cabaña, a todos los que se hospedan ahí, les juegan bromas pesadas, y que nadie quiere quedarse a dormir ahí.

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